En un operativo encontraron varias plantas de marihuana en Ojeada

Un particular hallazgo de droga tuvo lugar esta semana en la localidad de Ojeda, cuando policías de la zona rastreaban gallinas supuestamente robadas a un vecino del medio y, durante la recorrida, se encontraron con una pequeña plantación de cannabis. Al parecer, las plantas no tenían un dueño sino dos, uno de ellos de otra localidad, y ambos quedaron notificados a disposición de la Justicia Federal.

En el caso intervinieron policías pampeanos de la pequeña localidad norteña, a cargo del comisario José María Córdoba, jefe de la Departamental de Ingeniero Luiggi y supervisor de la dependencia policial de Alta Italia.

Todo comenzó a partir de la denuncia de un vecino de Ojeda, quien advirtió a los uniformados sobre el faltante de algunas aves de corral de su propiedad. Los uniformados pusieron manos a la obra y comenzaron una exhaustiva recorrida por la tranquila localidad, que terminó horas más tarde con el hallazgo de plantas de marihuana.

La plantación fue encontrada en inmediaciones de una casa en la zona del Ferrocarril de Ojeda. Las plantas, de buen porte y coincidente en su morfología con la especie cannabis sativa, estaban cubiertas por una tela media sombra y en partes también con polietileno de silo bolsa, aunque no ocultas en su totalidad y pudieron ser visualizadas a distancia.

El hombre que vivía en el domicilio del predio ferroviario rápidamente admitió la propiedad de las plantas y decidió entregárselas a los uniformados, según se encargó de aclarar, «para no tener problemas con la Justicia».

Pero, mientras la policía seguía sin encontrar las gallinas y se disponía a actuar ante el nuevo delito flagrante, apareció en el lugar un segundo dueño de las plantas, que no residía en el mismo pueblo, tiene domicilio en Bernardo Larroudé.

El segundo propietario no se mostró tan colaborador con el accionar policial como su socio de plantación, de hecho, aseguran que llegó en un estado de exaltación que en principio lo llevó a resistir el operativo y, viendo que las plantas serían secuestradas, él mismo comenzó a arrancarlas y apilarlas para luego rociarlas de combustible con intención de incinerarlas. La Policía tuvo que contener la situación para impedir perder la prueba del delito.

Finalmente, los dos hombres fueron notificados en libertad y a disposición de la Justicia Federal, mientras que las plantas esperan en la dependencia policial de Alta Italia para ser retiradas por la División Toxicomanía de la URII. Sobre la investigación de las aves de corral no hubo información oficial y se mantendría abierta la pesquisa.