Matías Almeyda quiere reforzar al Sevilla con un delantero de Boca que no está entre los preferidos de Russo

El entrenador argentino quiere renovar el plantel andaluz y ya comenzó a trabajar en el mercado de pases.

Matías Almeyda comenzó a trabajar en el Sevilla de España y ya tiene claro que quiere contar con algunos refuerzos para la próxima temporada. El entrenador argentino se metió de lleno en el mercado de pases y ya les hizo saber a los dirigentes que tiene intenciones de contar con Exequiel Zeballos, el delantero de Boca.

Según informó el periodista italiano Gianluca Di Marzio, el delantero Xeneize es uno de los apuntados del DT, que también preguntó condiciones por Giovanni Simeone, que es suplente en el Napoli, el último campeón de la Serie A.

En cuanto al Changuito, no es de los preferidos de Miguel Ángel Russo, que prefiere otros jugadores en el puesto de extremo. Además, también tiene otras opciones para jugar en ataque con Merentiel, Cavani y Giménez, que le dejan pocas chances de ser titular.

Esta situación hizo que el jugador se planteará salir de Boca, aunque evaluará seriamente su nuevo destino. Antes del comienzo del Mundial de Clubes, el Xeneize recibió una oferta de 9 millones de dólares por el delantero, proveniente del Al-Wasl de Arabia Saudita, pero el futbolista la descartó.

En este sentido, Sevilla aparece como una opción más interesante, no solo porque se trata de un prestigioso club de Europa, sino porque además está en una reconstrucción, después de haber tenido muy malas temporadas.

La realidad indica que Boca aún no recibió ninguna propuesta oficial y la idea de la dirigencia que encabeza Juan Román Riquelme es la de no negociar una transferencia hasta que lleguen refuerzos.

El contrato de Zeballos finaliza en diciembre del 2026 y tiene una cláusula de rescición de 15 millones de euros. Fue firmado en 2022, en su pleno auge futbolístico, aunque en la actualidad es suplente en el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo.

En el Mundial de Clubes, el Changuito ingresó a falta de 25 minutos en el empate ante Benfica y, en la derrota contra Bayern Múnich jugó los diez minutos finales.