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Insólito robo en Corrientes: les sacaron una virgen a dos jubilados y les exigieron un rescate para devolverla
El hecho ocurrió en la localidad de Itatí y tiene como víctimas a dos adultos mayores, que habrían accedido a entregar el dinero sin éxito: los delincuentes nunca les devolvieron la vitrina.
En Corrientes dos delicuentes protagonizaron un insólito episodio en la casa de una pareja de jubilados.
El hecho ocurrió el domingo 13 de julio a la madrugada, momento en que la pareja de adultos mayores dormía. Fue allí cuando dos hombres ingresaron a su propiedad y se robaron la Virgen de Itatí que tenían en el patio.
La secuencia en el barrio San Roque Oeste, quedó registrada gracias a una cámara de seguridad. Allí se ve que los delincuentes forzaron la puerta para ingresar y así poder llevarse la vitrina con la sagrada imagen.
Horas después, regresaron al lugar con un irrisorio pedido: exigieron una recompensa a cambio de devolver la virgen que se habían robado.
Los ladrones fueron identificados rápidamente por los vecinos. Se trata de “Bubu” y “Gordi”, dos conocidos en la zona.
Al parecer, los jubilados habrían accedido a entregar una suma de dinero en efectivo con tal de recuperar la imagen sagrada. Los medios locales precisaron que aún no lograron recuperar la vitrina.
Entraron a una iglesia, participaron de la misa y le robaron a una mujer mientras rezaba
Un hombre entró a una Iglesia, participó de la misa y le robó a una mujer que estaba arrodillada rezando. Toda la secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad del lugar.
El episodio ocurrió la semana pasada en la parroquia San Pablo Apóstol, en el barrio Guadalupe de la ciudad de Santa Fe.
Las imágenes capturadas muestran a dos delincuentes ingresando al templo. Uno de ellos agarró un cuadernillo que estaba ubicado sobre los bancos, simuló leerlo y luego se lo pasó a la mujer que lo acompañaba.
Insólito robo en una iglesia de Santa Fe. (Foto y video: gentileza Aire Digital)
Tras ello, ambos siguieron con la actuación y se arrodillaron en la fila de bancos que estaba detrás de la víctima. Intercambiaron algunas palabras y segundos más tarde, de manera sigilosa, el hombre estiró la mano y agarró un porta tarjetas que la mujer había dejado apoyado a centímetros de ella.
Luego del robo, el ladrón y su cómplice se levantaron del banco y muy despacio comenzaron a caminar hacia la puerta. Antes de irse, ambos se persignaron y él, inclusive, agarró una hostia y la comió.