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Tras el ataque a la única Iglesia católica en Gaza, crece la presión sobre Israel por un cese el fuego
El papa León XIV realizó un enfático llamado por la paz. Fuertes críticas de Giorgia Meloni.
El ataque israelí contra la única Iglesia Católica en Gaza aumentó la presión internacional para alcanzar un cese el fuego en el enclave palestino devastado por casi 22 meses de guerra.
“Esto puede ser el puntapié inicial para que Benjamin Netanyahu escuche la presión mundial y quizás también la nacional, pero esto no quiere decir que funcione. Hay que ver que tanto escucha para terminar la guerra”, dijo el analista internacional Mauro Enbe.
Las negociaciones para un alto el fuego siguen sin resultados concretos, aunque Israel considera que hubo «avances significativos» en las tratativas con Hamas bajo mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, según fuentes citadas por The Jerusalen Post.
Sin embargo, el acuerdo no parece cercano. Se necesitarán al menos algunos días más de discusiones para llegar a un acuerdo final, reveló el periódico israelí.
Cómo puede impactar el ataque contra la Iglesia Católica en un eventual acuerdo de cese el fuego
No fue el primer ataque de la semana que dejó víctimas civiles. A diario los reportes que llegan desde el enclave mencionan cifras de muertos que rozan el centenar. Los informes del ministerio de Salud local, en manos de Hamas, hablan de 540 fallecidos desde el sábado.
Es imposible verificar estas cifras de manera independiente. Israel impide el acceso a Gaza de periodistas internacionales desde el brutal ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023 que dio inicio a la actual fase del conflicto israelí-palestino. Según cifras manejadas por Hamas, la guerra causó más de 58.000 muertos en el enclave, además de la devastación y una crisis humanitaria sin precedentes. De esto último, al menos, no hay dudas.
Pero los muertos de todos los días en Gaza no suelen ser noticia. Son un texto más en el universo de las agencias internacionales que pasa desapercibido en la prensa internacional. De hecho, tuvo muchísimo más impacto mediático el ataque a la Iglesia de la Sagrada Familia, que dejó tres muertos y heridas leves al párroco argentino Gabriel Romanelli.
La diferencia fue que esta vez se trató de un ataque a un lugar de culto, el único católico de la Franja de Gaza. Las condenas esta vez no llegaron de ONG internacionales, agencias de la ONU bajo el escrutinio israelí o gobiernos pro palestinos de izquierda. La reacción del Vaticano fue inmediata.
El Papa León XIV renueva su llamamiento a un “alto el fuego inmediato” en la Franja de Gaza y expresa su “profunda esperanza” de “diálogo, reconciliación y paz duradera en la región”, señaló un telegrama firmado por el Secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin.
Pero la presión no solo vino de la Iglesia Católica. La voz cantante en Europa la tuvo el gobierno italiano. La primera ministra, la derechista radical Georgia Meloni, aliada de Donald Trump, advirtió: “Los ataques contra la población civil que Israel llevan meses realizando son inaceptables. Ninguna acción militar puede justificar semejante actitud”, dijo.
Su ministro de Defensa, Guido Crosetto, fue más allá: “Llevamos meses presenciando algo inhumano, desgarrador y horrible”.
Poco antes, el Gobierno de Eslovenia prohibió la entrada a su territorio a los ministros israelíes de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, y de Finanzas, Bezalel Smotric. La medida fue adoptada tras considerar fracasado el intento de la Unión Europea de sancionar a Israel por violación de derechos humanos.
El gobierno israelí reconoció que el ataque fue un error. “Israel lamenta profundamente que un disparo fortuito alcanzara la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza. Cada vida inocente perdida es una tragedia. Compartimos el dolor de las familias y de los fieles”, dijo un comunicado de la oficina del primer ministro.
Minutos antes, Trump mantuvo una conversación telefónica con Netanyahu. Según la Casa Blanca, el jefe del gobierno israelí le reconoció que la acción fue un “error” cometido en el terreno.
El presidente estadounidense presiona a Israel para alcanzar un cese el fuego que permita pacificar la región, liberar a los 50 rehenes aún en poder de Hamas (20 de ellos se cree que aún con vida) y entrar de lleno en la carrera por su ansiado Premio Nobel de la Paz para el que fue postulado por el propio Netanyahu.
Mauro Enbe dijo que la principal cuestión en las negociaciones por un alto el fuego pasan hoy por si Hamas tendrá o no injerencia en el futuro de Gaza y si Israel mantendrá el control militar en el enclave.
“La guerra no solo ha durado muchísimo, sino que continúa a pesar de los conflictos de Irán y ahora en Siria. Gaza continúa en guerra y puede seguir, seguir y seguir…”, concluyó.