Otra jornada de represión contra jubilados frente al Congreso

El Gobierno nacional volvió a reprimir a jubilados que, desde hace meses, se concentran frente al Congreso para reclamar un aumento de haberes, acceso a medicamentos y mejores condiciones de vida.

De acuerdo con lo informado por Página 12, el operativo de seguridad ordenado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, triplicó en número a los manifestantes. El procedimiento dejó al menos una persona detenida.

Desde temprano, camionetas de Gendarmería y efectivos de la Policía Federal vallaron la Avenida Rivadavia entre Callao y Entre Ríos, cercando el Congreso con un triple cordón de seguridad que incluso impidió el paso de peatones y periodistas. En la zona, el despliegue de fuerzas resultó desproporcionado frente a la magnitud de la protesta.

“Llegan Prefectura, Gendarmería y Policía Federal”, gritaban los manifestantes, repitiendo una postal que se ha vuelto habitual. Entre bastones, pancartas y banderas, el reclamo fue el mismo: “Queremos cobrar para vivir, no sobrevivir”.

Cerca de las 15.30, un grupo de jubilados retiró parte de las vallas que bloqueaban la avenida. La respuesta fue inmediata: efectivos de la Policía de la Ciudad reforzaron el operativo, aunque no avanzaron sobre los manifestantes. Si bien no hubo dispersión, la presencia de las fuerzas dejó en claro la militarización del espacio público. Sobre la avenida Hipólito Yrigoyen fue detenido Luis Fernando Ochoa.

El Gobierno sostiene la aplicación estricta del protocolo antipiquetes, incluso ante manifestaciones pacíficas. “Nos tratan como delincuentes por pedir lo que nos corresponde”, expresó un jubilado, extrabajador ferroviario, que participa de las rondas semanales.

Con haberes mínimos cercanos a los 300 mil pesos y una canasta básica que supera el millón, el reclamo de los adultos mayores sigue vigente. “Los miércoles nos reprimen, pero volvemos igual”, afirmó una manifestante levantando su cartel.